Cirujano e investigador de la medicina de la longevidad David Ruiz explica que es posible retomar la vitalidad
Normalmente se cree que a partir de los 65 años empieza la etapa de envejecimiento; sin embargo, los signos de vejez se expresan desde mucho antes aunque las señales no son las mismas para todas las personas.
El cirujano plástico e investigador de la medicina de la longevidad David Ruiz refiere que los síntomas de envejecimiento dependerán principalmente de la capacidad sensorial de cada uno, es decir de los procesos del cerebro que incorporan la información recibida por medio de los cinco sentidos.
La formación de las líneas de expresión y las arrugas en el cuerpo suelen ser los primeros síntomas visibles de envejecimiento debido a la disminución del colágeno, apuntó el miembro de la Sociedad de Española de Medicina de Precisión.
Desde los 25 años
Según el médico, los signos de vejez se notan en todo el cuerpo pero sobre todo en el cerebro. Uno de ellos es es el deterioro cognitivo leve, lo cual se manifiesta en más problemas de memoria o alteraciones en el pensamiento que lo usual. Ello puede, además, afectar el rendimiento y la capacidad de aprendizaje.
En los músculos también se refleja el paso del tiempo, cuando ocurre una disminución paulatina de la elasticidad y de la potencia muscular y, más a largo plazo, la pérdida de reacción refleja. Practicar deporte o realizar tareas básicas puede acabar convirtiéndose en un gran esfuerzo.
«Se pueden perder las ganas de hacer ejercicio o moverse; un niño no para de moverse, pero si a los 25 años una persona ya no tiene las mismas ganas, debe darse cuenta que está empezando a envejecer. Ya no puedes avanzar rápido en los movimientos y el rendimiento físico ya no es el mismo«.
Medicina de la longevidad
Teniendo en cuenta estos elementos, aparece la medicina de la longevidad que, a través de optimizaciones biológicas y metabólicas, busca postergar el envejecimiento y fortalecer la salud.
«Se enfoca en tener un envejecimiento exitoso, tener una robustez superior y retomar la vitalidad que se tenía a los 30 años«, mencionó Ruiz tras referir que la medicina de la longevidad permite a las personas gozar de un mayor vigor.
Sobre los tratamientos para retrasar el envejecimiento, dijo que lo primero es hacer una medición de los niveles de oxidación por medio de exámenes de sangre. A partir de ello, dijo, procedemos a aplicar los siguientes tratamientos que permiten optimizar la salud del paciente:
– Metanutricional de nutrientes: como la dieta después de los 25 o 30 años ya no es suficiente para optimizar las creaciones bioquímicas que sostiene la vida, se emplea el uso farmacológico de nutrientes para lograr una mayor densidad nutricional con la mínima cantidad de calorías.
– Oxígeno hiperbárico: se emplea oxígeno al 100% en una cabina cerca de dos atmósferas durante unos 60 a 90 minutos por 20 a 40 días. Además, se ha comprobado que, este método alarga los telómeros, es decir, las partes terminales de los cromosomas que son los indicadores de la vejez de la célula.
– Reemplazo hormonal bioidéntico: se busca sustituir la testosterona, estrógeno o cualquier otra hormona que el organismo haya dejado de producir de forma natural tras el proceso de envejecimiento, con el fin de recuperar el equilibrio perdido.
– Terapia de quelación: en el transcurso de nuestra vida acumulamos una serie de metales pesados; por este motivo, a través de fármacos quelantes como el ácido etilendiaminotetraacético, se logra la eliminación o detoxificación de estas sustancias.
Estimulación de los niveles de detoxificación: se realiza por medio de sustancias orales o endovenosas.
Monitoreo en sangre de la capacidad de antioxidación del suero: antes de iniciar una terapia de antioxidantes, es importante conocer los niveles de ácidos grasos, en especial, de omega 3 en los glóbulos rojos. Adicionalmente, se emplean células madres hematopoyéticas para restaurar funciones pulmonares o articulaciones.
Según el galeno, es imposible que la sola práctica de una dieta saludable haga regresionar el envejecimiento; sin embargo, añadió, una buena alimentación sumada a los tratamientos propuesto por la medicina de la longevidad sí puede garantizar mejores resultados.