Las comisiones de Constitución y Economía del Congreso deben coordinar en los próximos días un dictamen conjunto sobre la delegación de las facultades legislativas solicitadas por el Ejecutivo. Entre los puntos a discutir, figura la incorporación de los cigarrillos electrónicos (vapeadores) a los productos afectos al Impuesto Selectivo al Consumo (ISC).
Como se puede leer en el predictamen dado a conocer por la Comisión de Constitución, el Ejecutivo solicita “incorporar dentro del ámbito de aplicación del Impuesto Selectivo al Consumo a las soluciones líquidas que se usan para vaporizar en sistemas electrónicos de administración de nicotina y similares sin nicotinas, en cuyo caso se deberá regular el aspecto cuantitativo del citado impuesto aplicable a los referidos vaporizadores”. El Ministerio de Economía y Finanzas recomendó en una presentación ante el Congreso en junio pasado, que a los vapeadores se aplique un impuesto en el rango del 20 al 100% según su precio de venta al público.
Jorge Palma, presidente de la Asociación de Vapeadores del Perú (Asovape), que reúne a consumidores y promotores de este producto, considera un grave error que el Estado coloque a los vapeadores en la misma categoría que los cigarrillos tradicionales.
“Estudios científicos independientes han demostrado en los últimos años que los vapeadores reducen en un 95% los riesgos a la salud respecto a los cigarrillos tradicionales. Por eso, en octubre último, el Departamento de Salud y Atención Social de Inglaterra emitió un comunicado en el que establece los lineamientos para que los vapeadores puedan recetarse como cualquier otro medicamento disponible en el sistema de salud pública británico, para ayudar a las personas a dejar de fumar tabaco. Y en la misma línea, la FDA (Food and Drugs Administration), en octubre también, autorizó la comercialización de vapeadores en Estados Unidos, incluso recomendando su promoción y publicidad por considerarlos apropiados para la protección de la salud pública. Mientras eso pasa en otros países, aquí el Estado peruano se plantea la posibilidad de ponerle impuestos altísimos a un producto que puede ayudar a salvar miles de vidas”, señala Palma.
Los cigarrillos electrónicos (vapeadores) son dispositivos que no implican la combustión de la hoja de tabaco ni la inhalación de humo, evitando los daños asociados a los más de 7 mil componentes químicos que tiene el cigarrillo tradicional. En diversos países de la Unión Europea (UE) –como Alemania, Francia y España– están libres de impuestos, considerando que son un método comprobado de reducción de riesgos a la salud en los fumadores. Otros países de la UE –como Italia, Grecia, Polonia y Suecia– les aplican impuestos en un rango del 7 al 12%. El país con la tasa impositiva más alta para los vapeadores es Portugal: 23%. En Estados Unidos no existe un impuesto federal para los vapeadores. Solo 29 estados del país cuentan con algún tipo de impuesto para estos productos.
En el Perú no existen estadísticas oficiales sobre vapeadores, pero Asovape estima que alrededor de 100 mil personas vapean en nuestro país, haciendo una proyección sobre las ventas de las más de 50 tiendas donde se ofrecen estos productos. Este mercado aún no está regulado por el Estado peruano.