Lo que hay detrás de los gestos y la victimización
“¡No soportan que un modesto campesino, rondero o maestro haya llegado a…!”. Son las palabras desafiantemente lastimeras con las cuales el señor Castillo trata de borrar sus iniquidades victimizándose siempre y pretendiendo identificación con su pobre figura o –triste escenario–, la conmiseración de gente más avisada.
Téngalo usted por seguro, señor inquilino, ora de Palacio, ora de su ´casa´ en Breña: los campesinos no querrán verse reflejados en alguien como usted. Tampoco los ronderos, una de cuyas funciones es administrar justicia. Y menos aún los maestros que no quisieran que el pueblo todo los considere con su misma naturaleza.
Todas las sociedades tratan de tener referentes con los cuales identificarse. Si no los tienen de verdad pueden acudir hasta a la invención de un héroe de cómic. Si no da para Martí, habrá que contentarse con Superman. En cualquier caso se trata de proponerle al colectivo social patterns conductuales ejemplares a los cuales seguir. Fundamentalmente por los valores morales que encarnan.
Y ocurre que usted, señor Castillo, no es campesino, rondero ni maestro. Menos puede pretender ser un pattern para ellos y para la sociedad toda. Desde su huelga magisterial del 2017, donde quedó grabado el video en el cual durante una marcha un asesor le dice: “¡Tírate, tírate…!”, pasando por su casaca evista y su sombrero, usted es solamente un disfraz,
Y tras estos interminables días de escándalo tras escándalo en su Gobierno, no cabe duda de que usted desde antes de su candidatura era un mal actor que requería de los disfraces. ¿Pero qué había detrás de los disfraces y de los gestos actorales? Terribles problemas que no podían ocultarse por mucho tiempo, como lo hemos tratado aquí ya antes.
Por respeto a campesinos, ronderos y maestros no debería usted presentarse como su representante. Se trata de miles de peruanos que ejercen esas labores con dignidad, decencia y moral. El hecho de que usted ingrese a su casa de Breña vestido tan diferente no es un disfraz: ese es usted.
Solo pueden negar su incapacidad moral quienes no tienen moral. En La metamorfosis de Kafka Gregorio Samsa repentinamente se despierta convertido en una cucaracha. Por su paz espiritual, señor Castillo, esperemos que usted no despierte de su sueño y descubra, entonces, que no era un sueño. Por su bien y por el bien del país, renuncie.