La reactivación económica abre la oportunidad de volver a disfrutar de algunas diversiones a las que las personas estaban acostumbradas antes de la pandemia de la covid-19, como los cines, teatros, gimnasios y tragamonedas, pero también es un llamado a la responsabilidad de todos para evitar la propagación del virus y un consecuente rebrote o segunda ola.
Leslie Soto, médico infectólogo del hospital Cayetano Heredia, sostiene que los espacios cerrados y con poca ventilación son un gran problema en la transmisión del coronavirus, por lo que recomienda evitar asistir a estos lugares, pero, en caso de hacerlo, deben mantenerse todas las normas de bioseguridad del establecimiento.
“Realmente no es necesario ir al cine o ir al gimnasio con tanta urgencia; sin embargo, conocemos a muchas personas que sin esto no pueden vivir, textualmente. (…) Recordemos que estamos viviendo un momento en el cual podría haber un rebrote. Evitemos juntarnos con mucha gente para que esto no sea posible”, indica consultado por la agencia Andina.
El distanciamiento social es de suma importancia en este contexto y hay que mantenerlo en la medida de lo posible, dice; en caso de salir con un grupo de amigos, cada uno debe mantenerse alejado, “respetar el espacio entre silla y silla” y “disfrutar la película solito”, situación que puede exceptuarse para las parejas que conviven o se ven todos los días.
El uso de mascarilla asegura una protección del 95 % ante el contagio, por lo que debe mantenerse en cines, teatros, casinos y tragamonedas. Además, puede utilizarse protector facial, sobre todo si otras personas están cerca ya que podría haber transmisión por los ojos, pero en caso de tener un buen distanciamiento, podría omitirse su uso.
En el caso de los gimnasios, debe primar una buena ventilación, aprovechando las grandes y cuantiosas ventanas de estos establecimientos, afirma Soto. De darse correctamente, podría permitirse no usar mascarilla, permitiendo también mayor comodidad al realizar ejercicios.
Para esto, también debe mantenerse un distanciamiento social mínimamente de dos metros. Las caminadoras, por ejemplo, deben usarse “una máquina sí y una máquina no”. Por último, al momento de retirarse, los asistentes deben cambiarse el polo e irse a casa para bañarse, ya que no pueden usar las duchas de los gimnasios.
El médico infectólogo sugiere que se implemente un sistema de asistencia por turnos con espacios de una hora para permitir un uso más cómodo, ordenado y que la desinfección se pueda hacer entre cada sesión.
“La idea sería que entren por turnos para que la caminadora, las pesas y otras máquinas sean de uso personal para cada grupo. O sea, cada uno hace la rutina en las máquinas que les asignan; entonces tendría máquinas para mí durante una hora. Después se limpian y desinfectan para que pueda entrar otro grupo a utilizar las mismas máquinas en ese orden”, explica.
La semana anterior se anunció que próximamente se reactivarían también los conciertos, pero con aforo limitado y restricción de bebidas alcohólicas, pero aún no se ha establecido la norma. Sobre esto, Soto recomienda implementar lo mismo que en otros países: distribuir al público en grupos de cuatro con distanciamiento de dos metros cada uno, haciendo bastante segura la participación presencial.