En el mundo, aproximadamente 175 millones de mujeres sufren de trastornos de la tiroides[1], y un 50% de ellas no han sido diagnosticadas, debido a que, en la mayoría de los casos, los síntomas son comúnmente confundidos con otras afecciones; en consecuencia, no es posible brindarles un tratamiento adecuado[2]. Según la Dra. Rosa Rivera Infantes, endocrinóloga y miembro de la Sociedad Peruana de Endocrinología, las personas normalizan y asocian las señales con el estrés generado durante el home office o por llevar un estilo de vida poco saludable.
Por otra parte, la especialista señala que la principal alteración tiroidea es el hipotiroidismo, que se caracteriza por la baja o nula actividad de la glándula, dejando al organismo sin algunas hormonas cruciales para su buen funcionamiento. “Esta condición puede ser difícil de detectar durante su primera etapa, lo que aumenta las probabilidades de desarrollar problemas de salud como obesidad, infertilidad o enfermedades cardíacas”, agrega.
En esa línea, con la finalidad de identificar oportunamente esta condición, a continuación, la Dra. Rosa Rivera, detalla los principales signos que puede presentar un paciente con hipotiroidismo e iniciar el tratamiento adecuado:
- Fatiga o somnolencia.
- Sensibilidad al frío, incluso durante los meses de verano; además, suele sentirse con mayor intensidad en manos y pies.
- Aumento de peso descontrolado y sin razón aparente.
- Trastornos mentales, como depresión, ansiedad, apatía, falta de concentración, alteración de la memoria, entre otros.
- Caída del cabello o vello de las cejas, las piernas y otras partes del cuerpo.
- Uñas quebradizas, debido a que los nutrientes no llegan adecuadamente a todo el cuerpo, en este caso, a la punta de los dedos, y debilitan su estructura.
- Piel seca o escamosa, que puede agravarse con la edad y en ciertas temporadas, como el invierno.
- Alteraciones en el período menstrual, manifestándose con irregularidad o más intensos de lo habitual.
- Colesterol elevado, porque el hígado disminuye la capacidad de procesar la sangre y, en consecuencia, el organismo no elimina el colesterol malo con la eficiencia habitual.
- Dolor, rigidez o inflamación de las articulaciones, principalmente en hombros y caderas.
Por otra parte, la especialista explica que el hipotiroidismo se presenta con mayor frecuencia en las mujeres, por lo que es recomendable que estén alertas a las señales, que a partir de los 35 años se realicen anualmente un examen de descarte mediante la prueba de TSH y que conozcan los factores de riesgo.
“Es necesario tener en cuenta algunos puntos que podrían incrementar las probabilidades de tener hipotiroidismo, como presentar una enfermedad autoinmune, tener antecedentes familiares, estar embarazada, entre otros. En esa línea, es muy importante estar informado sobre el tema y visitar al médico en caso de que se identifique algún signo de alerta, a fin de recibir un diagnóstico y tratamiento oportuno y evitar complicaciones”, finaliza.