Las clases escolares vienen retomándose de manera presencial hace algunas semanas, y, luego de un largo período de tiempo en casa debido a la pandemia por la COVID-19, el foco principal de este regreso será cuidar a todos los alumnos del contagio del virus. Sin embargo, un problema que merece especial atención es el acoso escolar, conocido también como bullying.
“El bullying o acoso escolar es el acto de hostilizar a otra persona, de amenazarla y de ejercer violencia física, verbal o psicológica. Existen diversas formas de hostilizar, por ejemplo, de forma física: empujando, pateando, escupiendo, etc., y de forma psicológica: poniendo sobrenombres peyorativos, burlándose de su aspecto físico, condición social, etc. Muchas veces, sobre todo en la adolescencia, la víctima puede no reportar estas situaciones, lo que podría hundir al menor en tristeza, angustia, sentimientos de soledad, temores etc.”, explica la Dra. María Elena Escuza, directora de la Escuela de Psicología de la Universidad Norbert Wiener.
Esta problemática debe atenderse de manera pronta por todos los involucrados: escuela, docentes y las familias, tanto del estudiante agresor como de la víctima. Por ello, la especialista nos brinda a continuación recomendaciones para reconocer, evitar y solucionar el acoso escolar:
- Estemos alertas. Detectar si nuestro hijo o hija está siendo acosado en el colegio es nuestra principal responsabilidad, por lo que debemos estar atentos a conductas como: malestares inexplicables, dolores de cabeza continuos, mal humor, lesiones en el cuerpo sin explicación, resistencia a asistir a juegos deportivos, cumpleaños etc. donde estarán sus compañeros y muy probablemente el agresor o agresores, entre otros. Además, se pueden presentar cambios en la alimentación: come menos o más.
- Promover la comunicación en el hogar. Es importante establecer el hábito de la comunicación para fomentar confianza con nuestros hijos e hijas. De este modo, verán en nosotros a una persona a quien acudir si este tipo de situaciones, o cualquier otra, llegara a suceder.
- Dar el ejemplo. Predicar con el ejemplo es la mejor manera de enseñar. Si nosotros tratamos de manera cordial y con respeto a las demás personas, es muy probable que nuestros hijos e hijas adopten este valor, evitando convertirse en posibles agresores o agresoras o, también, defendiendo a sus compañeros o compañeras para ponerle un alto a estas situaciones.
- Acudamos a instancias superiores del colegio. Para resolver esta situación, es importante acudir a docentes, directores, orientadores escolares, psicólogos etc. y nunca tomar acción por nuestras propias manos.
- Tomemos ayuda profesional. Este tipo de situaciones pueden ser complicadas de manejar en casa, por lo que el apoyo profesional siempre será una herramienta útil para superar estos difíciles momentos.
Aunque desde que inició la crisis sanitaria los casos de bullying disminuyeron, el uso de las nuevas tecnologías y las herramientas para la educación virtual se convirtieron en la nueva plataforma para la violencia escolar.