Aceptando el mandato de la Constitución Política del Perú, asumo hoy con honor y alta responsabilidad el cargo de Presidente Constitucional de la República.
Es un momento muy difícil para el país. Hoy, la población nos mira con expectativa pero a la vez con mucha preocupación.
La crisis
Es innegable que atravesamos una crisis. Esta crisis hace que nos enfrentemos a dilemas permanentes y a decisiones constantes. Y la tarea de quienes asumimos un deber con el país, es que ante esos dilemas y ante esas decisiones, nos corresponde actuar siempre con responsabilidad y madurez.
El día de ayer, se produjo la vacancia del Presidente de la República. Más allá del debate político, que siempre genera pasiones, este parlamento ha actuado respetando el debido proceso, amparado en lo que dice tanto la Constitución Política como el Reglamento del Congreso de la República.
Aquí no hay nada que celebrar. Reitero que es un momento muy difícil para el país que tenemos que asumirlo con entereza moral y valor democrático.
En este contexto, expreso mi respeto a la institucionalidad y apoyo a las Fuerzas Armadas.
Elecciones generales y transición democrática
Reitero ante el país que nuestro primer compromiso, es el de ratificar nuestra convicción democrática y respetar el proceso electoral en marcha que tiene que realizarse en el país, de acuerdo al calendario establecido por los órganos competentes.
Nadie puede modificar la fecha de las elecciones, que legalmente están convocadas para el 11 de abril del año 2021.
Los órganos electorales, deben tener la confianza en que su trabajo independiente está garantizado y que se les otorgará todos los recursos que necesiten para cumplir cabalmente con su misión.
Asumimos el deber de garantizar la imparcialidad en todo el proceso electoral, para que el pueblo tome la decisión que le corresponde y dentro de su libertad elija a las próximas autoridades que asuman las riendas del país, dentro de una transición democrática que impostergablemente tiene que producirse el 28 de julio del año 2021.
Salud
La salud de nuestra población será una de nuestras principales prioridades. Somos conscientes que el Perú no puede parar. Vamos a mantener, en lo posible, a los equipos médicos y técnicos que tienen la responsabilidad de enfrentar la pandemia en la primera línea de batalla.
Desde el gobierno, tenemos que hacer el esfuerzo para dejar de ser el país con el peor manejo de la pandemia del Covid-19.
Tenemos que garantizar las medidas necesarias para que una posible segunda ola no nos encuentre con las vulnerabilidades de cuando comenzó esta emergencia sanitaria. Es imprescindible corregir los errores en beneficio de todos los peruanos.
Reactivación económica y empleo
Nuestro país necesita también continuar con la reactivación económica y el relanzamiento de la economía.
Es importante que volvamos a dinamizar el mercado fortaleciendo a las empresas, a las grandes y a las pequeñas, pero ese fortalecimiento tiene que garantizar también la creación de puestos de trabajo y el retorno a la actividad económica de quienes han perdido su empleo o se han visto perjudicados por la pandemia.
Descentralización
No olvido que como provinciano y representante de Tumbes, tengo el compromiso con las poblaciones del interior del país. Sabemos que el otro gran reto es la descentralización efectiva, es decir, el fortalecimiento de los gobiernos regionales y locales, porque son ellos quienes entienden de manera más directa las necesidades de cada región del Perú.
Tal como hemos visto en las visitas realizadas al interior del país, necesitamos mejorar la comunicación entre el gobierno central y los gobiernos regionales y locales. Vamos a apoyarlos para cumplir con sus prioridades más urgentes y trabajar de la mano en beneficio de todos.
Educación y seguridad ciudadana
No quiero dejar de mencionar estos dos aspectos como ejes fundamentales de la responsabilidad que asumimos. Este año ha sido muy difícil para los peruanos en edad escolar.
Tenemos que garantizar las herramientas necesarias para una educación de calidad y para mejorar las condiciones educativas, sobre todo el próximo año y trabajar seriamente en un plan “post pandemia”.
Del mismo modo, somos conscientes de la preocupación de nuestra población, a nivel nacional, por los temas vinculados a la seguridad ciudadana. Si alguna mano dura hay que poner, tiene que ser contra la delincuencia y contra quienes siembran la zozobra y el terror en nuestra sociedad.
Vamos a ser implacables en el enfrentamiento de este problema que todos los peruanos sentimos en carne propia.
Unidad Nacional y lucha contra la corrupción
Permítanme finalmente, hacer un llamado a la unidad. Debemos terminar con el enfrentamiento y producir un giro con respecto a la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo, que lamentablemente en los últimos, no ha sido el adecuado.
La única forma de salir juntos de esta crisis política, moral, económica y sanitaria, es haciendo una amplia convocatoria, no sólo a las fuerzas políticas democráticas del país, sino también a las organizaciones representativas de la sociedad civil, para proponer un gabinete de consenso y de unidad nacional, que esté integrado por las personas más calificadas sin distinción de colores políticos.
Del mismo modo, reconocemos el aporte técnico y profesional de los altos funcionarios del Estado, de quienes también esperamos la continuidad en su importante compromiso con el país.
Nuestro compromiso es llevar adelante una transición democrática. Provengo de un partido cuya historia está vinculada a la defensa de la Democracia. Mi formación política está inspirada en los ejemplos de los presidentes Fernando Belaúnde y Valentín Paniagua, a quienes nadie les puede señalar como inmorales o corruptos.
Por eso, en nombre de ellos, nuestro compromiso también está con la lucha implacable contra la corrupción y con el manejo transparente en la gestión de recursos del Estado.
El diálogo democrático y la búsqueda de consensos es lo que ha caracterizado nuestro paso por la Presidencia del Congreso en los últimos meses, y dentro de esa voluntad, he tenido el apoyo de la Mesa Directiva a la que ahora también agradezco por su vocación democrática. Nosotros, hemos estado siempre dispuestos al diálogo democrático. Y ahora estamos dispuestos a ampliar ese diálogo.
Nuestro país necesita de nuestro esfuerzo y de la unidad de todos los peruanos. Muchas veces hemos escuchado que nuestro país comienza o termina en Tumbes, que es la región a la que me debo y a la que agradezco la confianza de otorgarme el privilegio de ser su representante.
Construyamos juntos la promesa peruana del Bicentenario, aún vigente, y trabajemos por hacer realidad el sueño de quienes consolidaron nuestra independencia: Construir una Patria “Firme y Feliz por la Unión”.
¡Que viva el Perú!