La compañía Southern Power Grid concretó la compra de activos de Enel Perú, pero el cierre de la operación aún debe ser autorizado por el Indecopi.
El grupo Enel anunció que llegó a un acuerdo con Southern Power Grid International (CSGI) para concretar la venta de sus operaciones de distribución en el Perú.
Según indicaron en un comunicado, la venta del total de acciones de la compañía energética en el país se dio por un valor de US$ 2,900 millones.
Como se recuerda, el año pasado la compañía anunció su salida del mercado peruano como parte de la estrategía global que tienen para reducir la deuda de la empresa y optimizar su cartera de negocios.
En un comunicado anterior, la empresa indicó que han alcanzado una posición estable de crecimiento y no pueden invertir mucho más por diversas razones en el país.
Ahora el director general de Enel, Francesco Starace, indica que esta transacción “permite maximizar el valor de las inversiones realizadas hasta ahora en el Perú en la digitalización de la red y los servicios avanzados de energía, continuando con la implementación del plan de activos anunciado en noviembre en el plan estratégico de Enel a los mercados financieros”.
Con esta transacción se espera que se genere una reducción de la deuda neta consolidada del grupo de aproximadamente 3,100 millones de de euros en el 2023.
Pero, cabe mencionar que la conclusión de la venta está sujeta a las condiciones previas que se tienen en el país para este tipo de operaciones, entre ellas la aprobación del Indecopi, que supervisa los procesos de adquisiciones y fusiones a nivel nacional, y de las autoridades correspondientes chinas en materia de inversiones directas en el exterior (ODI).
Pero, ¿qué implicaría esta compra? Según Rafael Laca, especialista en energías de Enerkory, con esto más del 70% del mercado de energía en el Perú estaría en manos de empresas chinas.
«El Estado chino participa en todas sus empresas privadas o públicas. Luego de entrar a Luz del Sur, ahora llega a Enel y el accionariado del gigante asiático ya está en toda la distribución de Lima; es decir, más del 70% del consumo de energía en el Perú», comentó al diario La República.
Pero, indicó que la fluidez del suministro no debería tener variaciones por este cambio de empresa, pues existen normas sobre la calidad del servicio y la expansión de redes.