La anemia es una condición médica caracterizada por una disminución en la cantidad de glóbulos rojos o de hemoglobina en la sangre. La hemoglobina es una proteína en los glóbulos rojos que transporta oxígeno desde los pulmones a todas las partes del cuerpo. Cuando hay una cantidad insuficiente de glóbulos rojos o de hemoglobina, el cuerpo no puede obtener suficiente oxígeno, lo que puede provocar síntomas como fatiga, debilidad, palidez, dificultad para respirar, mareos e incluso problemas cardíacos.
El 43,1% de la niñez peruana entre los 6 a 35 meses de edad es anémica. Dato del Instituto Nacional de Estadística e Informática, medición que indica el grave problema de salud pública.
“El efecto pandemia por toda la inseguridad alimentaria que hubo por el acceso a alimentos por el momento de crisis económico que tuvimos, ha causado que los índices de anemia hayan subido. Hemos retrocedido prácticamente cuatro años hasta tener este ese porcentaje de acuerdo la encuesta nacional de hogares”, sostuvo el Licenciado en nutrición, Andrés Anampa, docente de la carrera de Nutrición en la Universidad Peruana Cayetano Heredia.
En el programa Tu salud en Cayetano, el nutricionista Anampa resaltó las cualidades las bondades de la leche materna en comparación con los sustitutos que son las leches maternizadas. El hierro en la leche materna es altamente biodisponible, lo que significa que es fácilmente absorbido y utilizado por el cuerpo del bebé. Además, contiene otros factores que facilitan la absorción del hierro, como la lactosa y la vitamina C.
“La ventaja de la leche materna es porque este alimento natural se llega a absorber un 50%. En cambio, tenemos por otro lado las leches fórmula maternizadas que solo se absorben cinco a diez por ciento del 100% de hierro. Esa es la ventaja biológica que tiene la leche materna versus cualquier otro tipo de leche sustituto”, explicó.
Asimismo, recomendó que una dieta saludable para cuando los niños dejan la etapa de lactancia es que en su alimentación contenga una variedad de alimentos nutritivos que proporcionen los nutrientes necesarios para un crecimiento y desarrollo adecuado.
En esa ingesta saludable no deben faltar las frutas y verduras. Estas proporcionan vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes esenciales. También están las proteínas magras como carne magra, aves, pescado, huevos, legumbres y demás. Cabe considerar que las proteínas son importantes para el crecimiento y el desarrollo muscular.
También se puede incluir productos lácteos bajos en grasa como leche, yogur y queso. Son excelentes fuentes de calcio y vitamina D, que son importantes para el desarrollo de huesos y dientes fuertes.
En cuanto a grasas saludables se recomienda la palta, frutos secos, semillas, aceite de oliva. Estas grasas son importantes para el desarrollo del cerebro y la absorción de ciertas vitaminas.
Una advertencia es limitar el consumo de azucares añadidos y los alimentos procesados. Se sabe por demasía que esa ingesta suele ser alta en calorías vacías y bajos en nutrientes esenciales. Nada beneficiosos para la salud.
En lugar de esas bebidas azucaradas, mejor es fomentar el consumo de agua como la principal opción líquida. Incluso las frutas es mejor consumirlas en su estado natural en lugar de jugos.
“Cuando uno hace un jugo como ya está todo licuado se absorbe rápidamente. Entonces tiende a subirnos los niveles de glucosa. En un niño que está todo el día en el colegio mandarle un jugo en lonchera lo que va hacer es favorecer algunos problemas bajo la acumulación de la energía y eso puede hacerlo más propenso en sobrepeso, obesidad”.
Existen varios tipos de anemia, incluyendo la anemia por deficiencia de hierro, la más común, causada por una falta de hierro en el cuerpo necesario para producir hemoglobina; la anemia por deficiencia de vitamina B12 o ácido fólico, que afecta la producción de glóbulos rojos; y la anemia aplásica, en la que el cuerpo no produce suficientes glóbulos rojos debido a daños en la médula ósea.
Para prevenir la anemia, es importante mantener una dieta equilibrada y rica en hierro, vitamina B12, ácido fólico y otros nutrientes esenciales para la producción de glóbulos rojos. Algunos alimentos ricos en hierro incluyen carnes magras, legumbres, espinacas, hígado y cereales fortificados.
Los alimentos ricos en vitamina C, como las frutas cítricas, pueden ayudar a aumentar la absorción de hierro. Consumir alimentos ricos en vitamina B12, como carne, pescado, huevos y productos lácteos, también es importante para prevenir ciertos tipos de anemia.
La anemia puede afectar a personas de todas las edades, desde niños hasta adultos mayores. En los niños, la anemia puede afectar el desarrollo físico y cognitivo si no se trata adecuadamente. En los adultos, puede causar problemas de salud a largo plazo, como fatiga crónica, problemas cardíacos y complicaciones durante el embarazo.
También aconsejó el consumo de un alimento sumamente económico como es la sangrecita de aves de corral o sangre de pollo, que resulta ser un alimento que se consume en muchas culturas y se valora por su alto contenido de hierro, entre otros nutrientes.
En resumen, para prevenir la anemia es importante mantener una dieta equilibrada, rica en hierro, vitamina B12, ácido fólico y otros nutrientes esenciales, y hacerse chequeos médicos regulares para detectar cualquier problema de salud subyacente. Si se sospecha de anemia, es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.