La mediación es una alternativa para solucionar diferentes tipos de problemáticas al interior de los hogares, la familia, el trabajo y los distintos ámbitos sociales, además puede contribuir a proteger -precisamente- a esas poblaciones vulnerables.
Sobre este asunto, el Dr. Ignacio Mayoral Narros, Profesor Adjunto de Derecho Penal y Mediación de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídica de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), señaló que una definición del concepto es que se considera “un medio de solución de controversias en el que dos o más partes intentan, voluntariamente, alcanzar por sí mismas un acuerdo con la intervención de un mediador”.
Asimismo, agregó que es un camino basado en el diálogo, la comunicación y la cultura de paz; guiado por una tercera parte imparcial y profesional: los mediadores. Al igual, es una segunda oportunidad, tanto para resolver un conflicto con un familiar estancado desde hace años, como una alternativa para mejorar la convivencia entre vecinos o compañeros de trabajo.
Por su parte, la Dra. Cristina López, Directora del Máster Universitario en Mediación y Gestión del Conflicto de VIU, expresó que el conflicto es inherente al ser humano; pero la mediación ayuda a comprender que este hecho no es negativo, sino que es una oportunidad de mejorar de manera conjunta y de entendernos mutuamente.
López asegura que donde hay más cantidad de personas, lo normal es que se presenten conflictos. Por eso hay distintos tipos de mediación para los diferentes ecosistemas como el escolar, familiar, comunitario, medioambiental, civil, mercantil, laboral, penal y hasta internacional.
Los expertos concuerdan que la mediación va más allá de unas sesiones profesionales en donde los enfrentados dialogan con supervisión; es una manera de enfocar y gestionar las pugnas, las relaciones con los demás y con uno mismo. Es el camino para instaurar una cultura de paz, en cualquier tipo de comunidad, en la que cada individuo tiene una actitud proactiva para mejorar su vida y la de los demás; es el esfuerzo y la recompensa de empatizar con los que le rodean.
“Este proceso otorga a la sociedad una opción alternativa a los tribunales. También proporciona herramientas que ayudan a las partes en su día a día y en conflictos futuros, como empatía, asertividad, creatividad, y habilidades comunicativas y sociales. Además, devuelve la oportunidad de decidir sobre su propio conflicto y la resolución del mismo, lo que deriva en acuerdos más eficaces y duraderos, en los que las partes se sienten implicadas, motivadas y responsables”, aseguró Mayoral.
Existe un reto constante para la mediación: ser conocida y utilizada por la población como un Mecanismo Alternativo de Resolución de Conflictos -actualmente- llamados, en diferentes partes, como Medios Adecuados de Solución de Controversias (MASC), para evitar la tan frecuente tradición de judicializar hasta el más mínimo asunto de la vida.