La cadena peruana de hoteles Casa Andina ha identificado en el segmento de alimentos y bebidas uno de los pilares más importantes para su crecimiento y rentabilidad. Actualmente, esta área representa el 30% de la facturación total de la cadena, llegando incluso a alcanzar el 50% en algunos de sus hoteles, como el Casa Andina Select Paracas y el recientemente presentado Casa Andina Premium Golf Los Incas. Con una sólida estrategia, la compañía espera que este porcentaje supere el 32% el próximo año, impulsado por un plan comercial agresivo que busca capitalizar la creciente demanda por experiencias gastronómicas diferenciadas en el país.
El enfoque de Casa Andina en este segmento se caracteriza por su versatilidad, adaptándose a las preferencias regionales y urbanas. A través de sus marcas de restaurantes Alma y La Plaza, la cadena ofrece propuestas que ponen en valor la gastronomía local, como sucede en sus hoteles del circuito sur, y experiencias más urbanas y dinámicas en los hoteles ubicados en los centros de las ciudades. Esta estrategia permite no solo satisfacer a los huéspedes, sino también atraer a la clientela local.
El camino trazado por Casa Andina en alimentos y bebidas va de la mano de su nuevo chef corporativo, quien ha asumido el reto de elevar la propuesta gastronómica de la cadena. La cadena indica que bajo su nueva propuesta se ha renovado el 50% de las cartas, con un enfoque en la eficiencia y productividad. Esta renovación busca optimizar los costos operativos y mejorar la experiencia del comensal, a través de platos más ágiles, pero igualmente atractivos.
Jean Paul Schaerer, director corporativo de Alimentos y Bebidas de Casa Andina, destaca: «Nuestro objetivo es seguir poniendo en valor la cocina peruana y el producto local, siempre enfocados en ofrecer una experiencia de alta calidad. Para nosotros, la eficiencia y el control son clave para garantizar una operación rentable sin sacrificar la esencia de nuestra oferta gastronómica”.
Casa Andina ha sabido capitalizar alianzas estratégicas con importantes marcas y chefs de renombre, como Renzo Garibaldi, con su campaña «Osso enciende las brasas del Perú», y Pedro Cuenca, a través de Perú Hace Vino. Estas iniciativas no solo han dinamizado los bares y restaurantes de la cadena, sino que también han generado un incremento significativo en la facturación, como se observó en algunas sedes que reportaron un 30% de aumento en sus ingresos.
Además, la cadena está comprometida con las tendencias emergentes en el sector gastronómico, como la comida saludable y la cocina sostenible. «Siempre estamos atentos a las oportunidades de mejora y a lo que sucede en el mercado global. Constantemente realizamos pruebas y pilotos para implementar nuevas ideas que se alineen con las preferencias de nuestros comensales», añadió Schaerer.