A los trabajadores, a la opinión pública y a la comunidad nacional:
El Sindicato de Trabajadores Administrativos de PetroPerú (STAPP) expresa su total rechazo a las recientes declaraciones del ministro de Economía y Finanzas, José Arista, en las que acusa a PetroPerú de haber sido manejada con corrupción y critica beneficios sindicales sin fundamento. Las afirmaciones del ministro, lejos de contribuir a la recuperación y fortalecimiento de nuestra empresa, parecen alinearse con una agenda privatizadora que pone en riesgo la soberanía energética del país y la estabilidad laboral de miles de trabajadores.
Sobre las acusaciones de corrupción
Es innegable que PetroPerú ha atravesado por una gestión ineficiente en los últimos años, debido a decisiones estratégicas equivocadas y a directorios que, lejos de tener el conocimiento necesario del sector de hidrocarburos, priorizaron intereses políticos. Sin embargo, no aceptamos que se use la bandera de la corrupción para generalizar culpabilidades y desviar la atención de la verdadera causa de la crisis actual: el mal manejo financiero y la carga de deuda que ha sido producto de estos errores administrativos. La corrupción debe combatirse con investigaciones serias, pero no debe ser usada como excusa para desprestigiar a toda la empresa ni para justificar intentos de privatización encubiertos.
Beneficios sindicales: un derecho legítimo
El ministro Arista también se ha referido de manera despectiva a los beneficios sindicales, sugiriendo que estos son excesivos y culpables de la situación financiera de la empresa. Rechazamos enfáticamente estas insinuaciones. Los beneficios sindicales han sido logrados a través de años de negociación colectiva y son parte de los derechos legítimos de los trabajadores, tal como ocurre en cualquier empresa que respete los derechos laborales. Acusar a los trabajadores y sus sindicatos de ser responsables de la crisis es una estrategia fácil para distraer a la opinión pública de las verdaderas causas estructurales que enfrenta PetroPerú.
La planilla de PetroPerú, como lo hemos señalado en anteriores comunicados, representa apenas el 2.7% de los ingresos de la empresa, una cifra insignificante si la comparamos con las pérdidas ocasionadas por malas decisiones en la gestión y construcción por la empresa contratista, y la falta de una estrategia adecuada para enfrentar desafíos del mercado de hidrocarburos.
El verdadero objetivo: la privatización
Nos preocupa profundamente que las declaraciones del ministro Arista sigan un patrón ya conocido en otras empresas estatales: primero se desprestigia a la empresa, se habla de corrupción y sobrecostos, y luego se propone la privatización como solución. Los trabajadores de PetroPerú no permitiremos que se siga avanzando en una agenda que busca debilitar a nuestra empresa para justificar su venta o concesión a intereses privados.
PetroPerú es un pilar de la soberanía energética nacional, una empresa estatal que garantiza el abastecimiento de combustibles a todo el país, incluyendo zonas remotas que no son atractivas para el sector privado. La privatización de PetroPerú sería un golpe a los intereses nacionales y un retroceso en nuestra capacidad de autoabastecimiento energético.
Nuestro compromiso con PetroPerú
Los trabajadores de PetroPerú hemos sido, y seguiremos siendo, los principales defensores de esta empresa. Nuestro compromiso es con el Perú, con la soberanía energética y con el desarrollo económico del país. Por eso, exigimos al gobierno que deje de atacar a los trabajadores y sus derechos, y que enfoque sus esfuerzos en reestructurar la empresa de manera transparente y con visión de futuro, sin poner en peligro su carácter estatal.
Finalmente, hacemos un llamado a todos nuestros compañeros y a la opinión pública a mantenerse alerta y unidos frente a estos intentos de deslegitimar a PetroPerú y preparar el terreno para su privatización. Defender a Petroperú es defender al Perú.
Lima, 19 de septiembre 2024
Atentamente,
Junta Directiva
STAPP