- Respondió ante el Congreso por crisis de inseguridad ciudadana, pero dejó más dudas que certezas
Desde las 3 de la tarde de hoy, miércoles 9 de abril, el jefe del Gabinete, Gustavo Adrianzén Olaya, fue interpelado por el Pleno del Congreso, principalmente por la ola de criminalidad organizada y el impacto de los estados de emergencia.
El Congreso formulo 43 preguntas al representante del Ejecutivo, quien confirmó su presencia mediante un oficio enviado a la presidencia del Parlamento.
Las preguntas también abordan los escasos resultados del Gabinete, la crisis en EsSalud, la situación económica, la lucha contra la minería ilegal y su cerrada defensa a la mandataria en los casos Waykis en la sombra, el cofre y Rolex.
El primer ministro Gustavo Adrianzén respondió hoy ante el pleno del Congreso un pliego interpelatorio de 43 preguntas, centradas en evaluar las políticas del Ejecutivo para combatir la inseguridad ciudadana.
Durante su intervención, el jefe del Gabinete rechazó que las acciones implementadas —como los estados de emergencia y el despliegue militar— hayan fracasado, calificándolas como parte de un “proceso integral” en desarrollo.
La interpelación, aprobada previamente por el Legislativo, cuestionó los resultados de las medidas ante el aumento de la criminalidad.
Al ser consultado sobre la efectividad de sacar a las Fuerzas Armadas a las calles, Adrianzén argumentó que la evaluación se basaba en eventos recientes (de hace tres semanas) y sostuvo que no se puede catalogar de fallida una estrategia multisectorial. “Él éxito se vine observando progresivamente”, afirmó.
El premier destacó que los estados de emergencia han optimizado el trabajo policial, incrementando operativos, detenciones y la desarticulación de bandas criminales.
“No podemos admitir que las medidas que adoptamos con anterioridad para la lucha contra el crimen organizado y la delincuencia urbana hayan fracasado. Se trata más bien, a nuestro entender de un proceso integral, un proceso multisectorial y multigubernamental”, recalcó, sin especificar datos concretos sobre la reducción de delitos.
El primer ministro convirtió las 43 preguntas en más de 120 y terminó «mareando» a los pocos congresistas que escuchaban su defensa en el Pleno y que esperaban propuestas concretas en materia de seguridad ciudadana.
Más dudas que certezas. Esa la sensación que dejó el primer ministro Gustavo Adrianzén, tras responder un pliego interpelatorio de 43 preguntas — que luego convirtió en más de 120 subpreguntas — ante el Pleno del Congreso por la crisis de inseguridad ciudadana que se ha desbordado en el Perú y que va dejando 583 asesinatos en el año, según cifras de Sinadef, problema que el Gobierno no ha podido solucionar.
Adrianzén, fiel al estilo de la presidenta Dina Boluarte, negó que los estados de emergencia hayan fracasado en la lucha contra la alta ola de criminalidad en el país y señaló que los resultados se verán de manera «progresiva». «No podemos admitir que las medidas que adoptamos para la lucha contra el crimen organizado hayan fracasado. El éxito se viene observando progresivamente».
En esa misma línea, el titular de la PCM defendió a su ministro del Interior, Julio Díaz Zulueta — investigado por negociación incompatible por compras irregulares en la época de la pandemia — e informó que se han elaborado seis ejes de gestión en la «lucha contra la corrupción» como acciones de prevención, fortalecimiento de la inteligencia operativa, modernización de la criminalística, recursos para la lucha contra la delincuencia y crimen organizado y el bienestar policial.
Sin embargo, pese a lo antes mencionado, no hubo grandes anuncios en materia de seguridad ciudadana. Adrianzén mencionó en sus extensas y soporíferas respuestas sobre el Gobierno que implementará una estrategia multisectorial de manera temporal, patrullajes con acciones militares, participación comunitaria, entre otros.
En una entrevista para un medio local, el congresista de Bloque Democrático, Carlos Zeballos, indicó que el primer ministro solo fue al Pleno para «marearlos» y que no dice nada concreto en materia de salud y seguridad ciudadana.
«Lo que hemos visto es una interpelación poco objetiva, sin resultados, falta de crítica, parece que se estuvieran haciendo bien las cosas en el Estado, pero no estamos viendo los resultados. Casi 500 hojas, de 43 preguntas, las convirtió en 120. No sé si ha venido a marearnos, pero acá no hay cosas claras, no hay indicadores», dijo.
En otro momento, Adrianzén se ensimismó en defender a la presidenta Dina Boluarte de las investigaciones que se le siguen en su contra, como el caso de las cirugías estéticas, Rolex, el Cofre o Los Waykis en la Sombra. Sin embargo, el titular de la PCM no fue convincente.
«Las investigaciones, a la presidenta de la República, deben llevarse a cabo dentro del sistema de administración de justicia», resaltó.
No obstante, la explicación careció de un gran contexto. El primer ministro dijo que Boluarte se somete a todas las indagaciones de la Fiscalía, pero en más de una oportunidad la jefa de Estado prefirió guardar silencio antes que declarar, como en el caso Cofre, en el que se le investiga por el presunto encubrimiento al prófugo de la justicia, Vladimir Cerrón.
En esa misma línea, Adrianzén se defendió junto con sus ministros de las críticas de la prensa y los ciudadanos por, supuestamente, dedicarle más tiempo a la defensa de la mandataria que a trabajar en sus sectores. «Los ministros no estamos distraídos en algún asunto coyuntural, nos hemos referido a las investigaciones de la presidenta cuando hemos sido consultados por la prensa».
Pero, claro, dijo que no son adulones y, desde un inicio, rechazó el calificativo. «No puedo aceptar, y menos ante esta tribuna, que se utilice un adjetivo de este tipo para referirse a ministros y ministras de Estado. No existen tales, lo que hay es un gabinete que está dedicado a trabajar íntegramente por el Perú», comentó.