El investigador principal del estudio Ensemble que se desarrolla en el Centro de Investigaciones de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Jorge Gallardo, destacó la importancia de seguir haciendo ensayos clínicos para buscar nuevas alternativas de vacunas contra el covid-19, porque cada una tiene particularidades que podrían facilitar la implementación de un sistema de vacunación.
Johnson & Johnson inició las inscripciones de voluntarios en el Perú para realizar estos estudios el 13 de noviembre y espera captar a 3,500 participantes.
En el caso de la vacuna candidata de Johnson & Johnson, dijo que se trata de una vacuna que se aplica en una sola dosis, y cuyos requerimientos para su almacenaje, conservación y distribución, no son tan estrictos, por lo que pueden mantenerse con una refrigeración de -20 grados, en comparación con otras candidatas a vacunas que requieren de congeladoras de -70 grados de almacenamiento, lo que podría tener un impacto grande en las cadenas de distribución, especialmente en países en vías de desarrollo.
El ensayo que busca probar la vacuna, espera enrolar a 60,000 candidatos, y en el Perú, se ha proyectado la participación de 3,500 personas. Este se realizará en diez centros, de los cuales cinco pertenecen a la Red de Prevención de covid-19, que es una red mundial de investigación, y que tienen como objetivo implementar ensayos de Fase III, buscando vacunas candidatas de diferentes patrocinadores.
Gallardo explicó que para los centros que forman parte de la red de prevención de covid-19, la red mundial de investigación de covid-19 ha diseñado la página web: prevenircovid.org.pe donde las personas tienen acceso a toda la información de lo que implica un ensayo clínico, lo que significa ser participante, los riesgos y beneficios; además, se explican conceptos importantes en investigación como el concepto del placebo, que ayuda a la gente a tomar interés en lo que significa participar y luego inscribirse como voluntario para los ensayos clínicos.
«Nosotros hemos tenido una gran acogida en los centros de prevención que tenemos. Nuestro registro de voluntarios avanzó bastante rápido y es en base a este registro que iniciamos la convocatoria para participar en los ensayos».
Refirió que en el Centro de Investigaciones Tecnológicas, Biomédicas y Medioambientales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, al cual pertenece, ya han alcanzado la cuarta parte de los 640 participantes que esperan captar.
Al referirse a las características que deben tener los voluntarios a este ensayo, Gallardo aseguró que se ha diseñado para captar a personas mayores de 40 años -a nivel mundial ya se completó la cuota entre 18 y 40- pero especialmente a personas mayores de 60 años, sanas o con alguna comorbilidad controlada como diabetes, hipertensión, enfermedades renales, y otras, pero que se encuentren en condición estable. «Estos candidatos son elegibles para el estudio y van a ser enrolados en nuestros centros.
En relación con la seguridad de las personas que participarán en los ensayos clínicos y que pertenecen a grupos de riesgo, Gallardo sostuvo que el patrocinador decidió implementar el estudio en nuestro país, entre ocho elegidos, para tener una representatividad de este grupo poblacional y poder encontrar una vacuna eficaz y segura. Dijo que la decisión se tomó a partir del conocimiento de las características de nuestra población, del comportamiento de la enfermedad en nuestro país y de quiénes son las personas que se encuentran más en riesgo de hacer complicaciones por el covid-19.
«Los investigadores estaremos atentos a cualquier señal de enfermedad por covid-19 que puedan presentar los participantes, e inclusive, se ha considerado la modalidad de visita domiciliaria, en caso de que las personas se encuentren con sospecha de covid-19, el personal del centro se acercará para hacer procedimientos del estudio y para orientarlo en torno a las medidas que debe tomar para manejar la enfermedad», señaló Gallardo.