No dormir bien es un asunto muy delicado. Más allá de las malas noches, un trastorno del sueño, como el insomnio, puede tener efectos tan nocivos como generar una vejez prematura, ciertos problemas mentales y, en el peor de los casos, hasta disparar alguna neoplasia o cáncer.
“Hay efectos colaterales en las personas que no duermen. A lo largo de los años hemos hecho estudios de interrupción del sueño, por ejemplo en personas que hacen guardias hospitalarias, quienes terminan más cansadas de lo habitual. Se ha determinado que quienes no descansan bien entre seis y ocho horas diarias tendrán un envejecimiento cerebral y celular más acelerado”, alertó Carlos Vera, médico psiquiatra de EsSalud.
El experto manifestó que una persona que no duerme bien a lo largo de cinco años perderá un año y medio de vida o tendrá un cuerpo año y medio más viejo: “Es decir si tengo 47 años y no duermo bien los últimos cinco años es como si tuviera 48 o 49 años”.
“Es importante dormir bien porque la memoria depende del sueño, así como la capacidad para poder ejecutar acciones. Un taxista sin dormir lo suficiente se expone a tener accidentes fatales. Quienes no duermen bien tienen mayor probabilidad de hacer neoplasias, por ejemplo, cáncer de estómago, de páncreas o de mama, además de complicaciones colindantes como problemas de humor o ansiedad”.
Salud mental
Por si fuera poco, se ha determinado su estrecha relación con algunos trastornos de salud mental.
“En el 70 % de casos de ansiedad o depresión observamos problemas de sueño. Es un signo de alarma que nos dice que acá va a ocurrir un problema o que ya está ocurriendo algo”, advirtió.
Tipos de insomnio
Para el doctor Vera, muchos se acostumbran a tener una rutina de sueño que, de pronto, no es tan saludable, pero la dejan pasar porque desconocen sus efectos negativos en su salud física y mental.
“¿Cómo saber si tengo un trastorno del sueño? Cuando despertamos y empezamos a sentir cansancio y esto se va asociando a otros síntomas como ansiedad, palpitaciones, sensación de malestar, decaimiento. En esos casos sí podemos hablar de que se trata de un trastorno del sueño que necesita ser tratado”, detalló el experto.
Si la dificultad para dormir aparece de forma muy eventual o tan solo por una o dos noches, no habría mayor problema. Hay que empezar a preocuparse cuando la dificultad para dormir es sostenida en el tiempo y dura como mínimo siete días consecutivos, en ese caso ya estamos ante un trastorno del sueño.
Hay dos tipos de problemas de sueño: el insomnio primario o de conciliación y el insomnio secundario o del despertar temprano, antes de tiempo.
Quienes padecen el primer problema son por lo general personas que tienen trabajos rotativos o de turno, con guardias, adultos mayores; así como niños y jóvenes que emplean dispositivos tecnológicos de forma prolongada, lo que les impide dormir pronto.
El segundo tipo de sueño, de despertar antes de tiempo, por lo general se presenta en mayores de 60 años, quienes suelen levantarse a las cuatro o cinco de la mañana. También está presente en personas con algún cambio de comportamiento o tienen problemas de ansiedad.
El experto indicó que algunas personas logran resolver prontamente el problema con ciertas estrategias, pero otras requieren de atención especializada y tratamiento.
¿A quién acudir?
“Lo ideal es comenzar las evaluaciones con un psicólogo o psicóloga para hacer el primer diagnóstico precoz y descartar si se trata de un problema de sueño como tal, o tiene relación con otras enfermedades. De lo contrario, debe acudirse a un neurólogo”.
El psiquiatra considera que la mayoría de los casos se resuelve tomando medidas higiénicas del sueño, como usar la cama solo para dormir, entre otras.
“Si te levantas por madrugada hay que evitar sobre pensar o alarmarse porque eso agota más. Lo primero es quedarse tranquilo, no poner música ni levantarse a ver la televisión porque activará el cuerpo. Mucha tranquilidad. Podrían practicar respiraciones profundas, 12 veces por minuto, eso ayudará a relajarse y vencer los temores. A muchas personas con eso les basta para recuperar el sueño”.
El experto desaconsejó la automedicación, puesto que durante la pandemia muchas personas han recurrido a los ansiolíticos para poder dormir, lo cual puede convertirse en un gran problema.