sus 19 años, Leonel Despaigne está forjando un nombre en el vóley nacional, destacándose como un jugador clave en la selección peruana sub-23. Su historia combina pasión, sacrificio y una determinación constante para alcanzar el éxito, inspirada por su entorno familiar y su amor por el deporte.
Leonel, con nacionalidad peruana y cubana, creció en un hogar donde el voleibol era parte del día a día.
Con ambos padres como entrenadores, su vida estuvo marcada por la disciplina y el compromiso hacia el deporte.
“He querido ganar a Cuba, principalmente por mi familia. Como tengo raíces cubanas, es un sentimiento muy fuerte quererles ganar”, confiesa en exclusiva al Diario El Peruano y Agencia Andina. Este deseo de triunfo se evidenció en su reciente participación en la Copa Panamericana, donde la selección peruana se quedó con el subcampeonato. Para Leonel, cada punto jugado era una mezcla de emoción y presión, ya que sabía que estaba representando no solo a su país, sino también a su familia.
DEL VÓLEY ESCOLAR A LA SELECCIÓN PERUANA
Desde sus inicios en el voleibol, Leonel ha estado rodeado de grandes figuras que lo han guiado. Este impulso inicial le abrió las puertas a su futuro en el deporte. Sin embargo, la llegada a la selección no fue un camino fácil: “Comencé en el vóley con un profesor llamado Arturo Loja, en el colegio Trilce. Participé en mis primeros campeonatos allí, y luego me llamó el Colegio Salesiano para reforzarlos en el campeonato de Adecore”, recuerda.
“Conocí a un profesor llamado Sixto, que ya falleció, pero fue él quien me trajo a la selección peruana.
Así fueron también mis inicios en la selección”, añade con nostalgia al recordar al entrenador que lo llevo a vestir los colores de la ´Blanquirroja´.
Aunque ha intentado otras disciplinas deportivas, el vóley se convirtió en su verdadera pasión: “Intenté varios deportes, pero nunca sentí la pasión que tengo por el vóley. Ahora siento un poco de presión, especialmente por parte de mi padre, que es más exigente. Mi mamá, por otro lado, lo toma desde su rol de madre y entrenadora, pero no es tan exigente como él”, explica.
Esta mezcla de apoyo y exigencia lo ha llevado a comprender el peso que lleva su apellido en el ámbito deportivo. “Además, llevo un apellido que tiene mucho peso en el deporte, eso me motiva a intentar estar a la altura”, dice con determinación.
Experiencia internacional y figuras Desde muy joven, Leonel Despaigne comenzó a destacar en el vóley por su gran potencial, lo que le permitió disputar torneos importantes a nivel internacional. Uno de los hitos más relevantes en su carrera fue su participación en torneos internacionales con su equipo, donde compartió cancha con compañeros de categorías mayores.
“En cuanto a Vamos Peerless, fue uno de mis primeros torneos internacionales, como los Sudamericanos de Clubes, donde adquirí mucha experiencia para poder llegar bien a la selección nacional.”
Sin embargo, su ascenso no terminó allí. Otro de los momentos clave en su carrera llegó con los Juegos Bolivarianos, donde la competencia a nivel de selección le dejó valiosas lecciones. “Creo que los Juegos Bolivarianos también me enseñaron mucho,” reflexiona.