Población debe cuidar su limpieza por dentro y por fuera para evitar el crecimiento de hongos en su interior
La sensación de calor es cada vez mayor y no pocos están tentados a quitarse la mascarilla en la calle, aunque sea por un momento, olvidando que la pandemia no ha terminado y el nuevo coronavirus está al acecho de quien baje la guardia. Pero, ¿qué puedo hacer si me sofoco o me suda mucho el rostro? ¿Puedo prescindir de ella por un momento?
“Debemos recordar que en el peor momento de la epidemia la mascarilla se ha utilizado en ciudades y lugares bastante calurosos, como el norte de Perú: Piura, Tumbes; en la selva, como Iquitos, Tarapoto, Pucallpa, Madre de Dios. Entonces, hay experiencia del uso de mascarillas en zonas de altas temperaturas”, comentó Salomón Durand, médico infectólogo del Ministerio de Salud.
No hay excusa para dejar de usarla, aunque reconoció que un aspecto a enfrentar en este verano es la excesiva sudoración del rostro al estar cubierto de forma permanente con un tapaboca.
“El mayor riesgo es que se humedezcan. Si uno usa las mascarillas quirúrgicas y estas se mojan pierden su capacidad de filtrar partículas. ¿Qué hacer, entonces? Llevar una de recambio siempre y a todo lugar”, aconsejó.
En estos casos, la mascarilla que uno se saque deberá ser desechada para colocarse una nueva, que estará seca y más fresca.
El doctor Durand indicó que si la mascarilla quirúrgica que estamos usando en la calle no se ha mojado por la transpiración, ni se ha ensuciado tremendamente, una vez al llegar a casa esta debe colocarse en un lugar ventilado y donde le lleguen los rayos del sol. No debe lavarse. Bien cuidada puede usarse como máximo 72 horas o tres días.
En el bolsillo o la cartera
Para aquellos que empleen mascarillas de tela, la sugerencia es la misma: al salir de casa cargar con otra de repuesto, por si hace mucho calor y empezamos a sudar.
“Nunca hay que bajar la guardia, porque si bien es cierto que los casos de covid-19 están disminuyendo, aún siguen ocurriendo contagios, fallecimientos, las camas de hospitales siguen con pacientes. Además, hay el peligro de una segunda ola. Entonces, habrá incomodidad, pero tenemos que seguir usando la mascarilla”, aseveró el experto.
Desaconsejó usar papel toalla o tisú dentro de la mascarilla para secar el sudor, debido a que su recambio puede desencadenar una contaminación cruzada.
“Hay que evitar manipular las mascarillas, porque en nuestras manos podemos tener el virus y contaminar la cara o nariz. Se supone que cuando uno sale a la calle uno toca objetos y pueden estar contaminados con el covid-19 e involuntariamente luego llevarnos las manos a los ojos. Por eso antes y después de tocar la mascarilla hay que desinfectarnos las manos con alcohol o alcohol gel”.
Con la llegada del verano la temperatura empezará a subir y será inevitable empezar a sentir mucho calor y sudar. Por eso la recomendación, que debe hacerse costumbre entre la población, es cargar siempre con una mascarilla de repuesto. Esto aplica para las quirúrgicas o las de tela.
“Es ideal que tengamos como mínimo dos: una que estamos usando y otra que se está lavando. Es fundamental que todas las mascarillas se ciñan al rostro cubriendo completamente bien la nariz”.
¡Cuidado con los hongos!
Pepita Albarracín, dermatóloga del hospital Jorge Voto Bernales de EsSalud, reiteró la importancia de usar mascarilla de forma permanente cuando uno está fuera de casa, enfatizando en su limpieza por fuera, pero también por dentro, a fin de evitar infecciones por hongos y otros factores.
“Cuando uno respira se está eliminando un CO2 húmedo y caliente, que hará posible que crezca cualquier bacteria. No hay que olvidar que la mascarilla está siendo contaminada con nuestros propios microbios que provienen de nuestra boca, del aparato respiratorio”, explicó.
Las mascarillas contaminadas por estos residuos de la boca pueden convertirse en caldo de cultivo de estreptococos, generando impétigos, una infección de la piel común y muy contagiosa que afecta principalmente a niños.
Vaselina y jabón
La experta de EsSalud comentó que recibe muchas consultas de personas con irritaciones en el rostro por el uso continuo de mascarillas, sobre todo pequeñas heridas a la altura del mentón, nariz y detrás de las orejas.
Para reducir su aparición, sugirió colocar un poco de vaselina detrás de las orejas y para el rostro usar algunos aceites de vitamina E, jojoba o incluso aceite de coco en las áreas donde hay un roce frecuente, como el puente de la nariz y el mentón.
“Lo más importante es que las personas se protejan siempre del covid-19 y aprovechen para lavarse la cara cuando se hagan la higiene bucal. Pueden usar un jabón con ph neutro a ácido.