· Yris Yolanda Quiñonez Colchado, quien reclama el cadáver de Abimael Guzmán, participo en el asesinato el Coronel Manuel Tumba
Hasta antes de morir, el sanguinario terrorista Abimael Guzmán quería opacar la celebración que en forma franciscana hacen todos los 12 de setiembre los policías que integraron el GEIN y que conmemoran la captura del más grande genocida.
Si bien su muerte fue noticia. Y así debe quedar en noticia, nada de levantar mitos y el gobierno tiene que ser una sola idea en sus actuaciones y deslindar con aquellos que aun profesas esa equivocada idea maoísta asesina.
Y el gobierno tenía la gran prueba de deslindar con los terroristas y de qué manera, muy simple de invitar a los del GEIN a sus celebraciones o de participar en la misa que los del GEIN organizaron en la Catedral de Lima.
Pero el Gobierno, ni ningún ministro dio un saludo al Gein o Celebro un aniversario más de la captura del terrorista. Ni siquiera el Congreso de la Republica, salvo algunos saludos de congresistas.
Y la verdad como se quiere construir un pueblo sin valores, sin saber la verdad de la historia de nuestro país. O creen que la captura del más grande terrorista no debe ser un capitulo en la historia del Perú y debería ser colocado en forma obligatoria en la curricular escolar.
Es algo tan simple, porque muchos jóvenes se han educado con información tergiversada de la historia del Perú y han querido colocar a Abimael Guzmán como un guerrillero o luchador sociales, cuando en realidad fue un vil asesino
Si el gobierno quiere fijar su posición y desmarcarse de ese san Benito de que está gobernando con terroristas, tiene aún la manera de hacerlo.
Por lo menos ha dejado que las autoridades locales fijen posición jurídica en torno al terrorista.
En efecto el Ministerio Publicó informó este domingo que los restos del cabecilla de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán Reinoso, fallecido el sábado 11 de septiembre, fueron solicitados formalmente a la Tercera Fiscalía Provincial Penal Corporativa del Callao.
En un comunicado, el Ministerio Público indicó que la solicitud fue presentada por la ciudadana Iris Yolanda Quiñonez Colchado, quien expresó tener un poder escrito otorgado por Elena Iparraguirre, esposa de Guzmán y miembro de la cúpula del grupo terrorista, quien cumple sentencia de cadena perpetua.
El organismo señaló que la petición «será evaluada en las próximas horas» por la fiscalía correspondiente «conforme a las normas legales vigentes».
Al respecto, el Ministerio Público indicó que el cuerpo del fundador de Sendero Luminoso «recibirá el tratamiento que dispone la normativa vigente conforme a la Ley General de Salud y el Código Procesal Penal», que establecen que «los restos deberán ser entregados a los familiares directos debidamente acreditados».
Según el acta de necropsia de fiscalía, Guzmán Reinoso de 86 años murió de una neumonía bilateral causada por un agente patológico, conclusión que, aún está sujeta a «los resultados de las pericias patológicas, toxicológicas, químicas, entre otras que dispuestas por el fiscal».
Representantes del Ejecutivo como el ministro de Justicia, Aníbal Torres y la ministra de Desarrollo e Inclusión Social, se manifestaron a favor de que los restos del senderista sean incinerados para evitar la edificación de un lugar de culto de parte de sus seguidores.
Torres indicó que el Ejecutivo sugerirá que los restos del cabecilla terrorista Abimael Guzmán sean incinerados y que sus cenizas sean esparcidas en el mar.
Por su parte, Boluarte dijo que en su opinión el cuerpo debería ser cremado, pero que esa es una decisión que le corresponde al Ministerio Público.
Este domingo, la Presidencia del Consejo de Ministros anunció a través de su cuenta en Twitter que respaldará la decisión que tome el Ministerio Público al respecto.
El cabecilla de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, cumplía cadena perpetua por terrorismo en el Centro de Reclusión de Máxima Seguridad de la Base Naval del Callao.
Su muerte fue comunicada por el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) a las 6:40 a. m. Desde julio su estado de salud se deterioró y fue trasladado a un hospital.
El cuerpo del terrorista fue llevado a la Morgue Central del Callao para ser sometido a las diligencias correspondientes. Ahí, llegó un contingente policial que formó un cordón de seguridad para restringir el tránsito.
También llegó un grupo de personas que protestó por todos los atentados y crímenes que cometió la organización terrorista Sendero Luminoso, liderada por Abimael Guzmán.
Pero quien es Yris Yolanda Quiñonez Colchado, la mujer que se presentó ante el ministerio Público para reclamar el cuerpo de Abimael Guzmán en representación de Elena Iparraguirre, es una mujer que estuvo implicada en el asesinato del coronel PNP Manuel Tumba Ortega, uno de los policías que participó en la captura del cabecilla de Sendero Luminoso.
De acuerdo con fuentes de inteligencia de la policía antiterrorista, Quiñonez Colchado era el mando militar del grupo de aniquilamiento que acribilló al alto oficial el jueves 5 de noviembre de 1992 en Surquillo.
Ese día, los senderistas Gerardo Salinas Galarza, (a) “Jeremías”, y Juan Gutiérrez Quispe, (a) “Enrique”, esperaron que Tumba Ortega saliera de su domicilio, ubicado en la avenida República de Panamá Nº 844, Surquillo, para acribillarlo por la espalda junto a un puesto de venta de periódicos.
Los asesinos pertenecían al destacamento especial de la zona sur del Comité Regional Metropolitano de Sendero Luminoso, uno de cuyos mandos era Quiñonez Colchado, según las fuentes policiales especializadas.
Este mismo grupo intentó asesinar al alcalde de Villa El Salvador, Michael Azcueta, el 16 de junio de 1993, en la puerta del colegio Fe y Alegría. También fue autor de las muertes de otros policías y civiles.
El coronel PNP (r), Alberto Sarmiento Gutiérrez, ex integrante del equipo especial de la Dircote, recuerda que tres días después del crimen, apresó a uno de los autores del asesinato de Tumba. Se trataba de José Castro Campos quien delató a sus cómplices.
Años después, Sermín Trujillo Ramos, (a) “Simeón”, otro joven que participó en el asesinato como elemento de contención, fue capturado por la policía y reveló que el homicidio del coronel PNP se ejecutó por venganza. Confesó que Iris Quiñones Colchado le mencionó que el objetivo del aniquilamiento era un oficial de la policía.
El terrorista José Castro Campos, (a) “Isaac”, quien condujo el auto que movilizó a los verdugos hacia Tumba Ortega, ratificó, por su parte, que “la camarada Bertha informó que el objetivo del aniquilamiento era un policía que vivía en Surquillo y que había sido parte de la captura del presidente Gonzalo”.
Iris Quiñones Colchado fue arrestada en el puente Atocongo, Surco en agosto de 1993. Se conoció entonces que encargó a “Simón” robar un vehículo para que facilitaran la fuga de los asesinos del coronel Tumba.
Ella fue sentenciada a cadena perpetua en tres instancias por tribunales militares por el crimen de Tumba Ortega. Sin embargo, tras una sentencia del Tribunal Constitucional, la Sala Nacional de Terrorismo declaró nulas las actuaciones y resoluciones de la Justicia Militar y ordenó que se realice unos nuevos procesos
La Sala Penal Nacional condenó, el 22 de mayo del 2006, a Quiñónez Colchado a 28 años de prisión por el delito de terrorismo. Sin embargo, el 15 de agosto del 2007, la Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia declaró nula dicha sentencia y, al verificarse el plazo de 36 meses previstos por la ley para la detención preventiva, se determinó que la medida restrictiva ya había vencido, por lo que fue liberada.
Quiñónez denunció al Estado peruano ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por el presunto delito de tortura y malos tratos durante su detención en la Dircote y ahora, en nombre de la “camarada Elena”, esposa de Guzmán, solicita el cadáver del cabecilla de Sendero Luminoso, según informó el ministerio Público a través de un comunicado oficial.
Por su parte El ministro de Transportes y Comunicaciones, Juan Francisco Silva, expresó en Cajamarca su total y categórico rechazo contra la organización terrorista Sendero Luminoso, cuyo cabecilla Abimael Guzmán falleció ayer en la Base Naval del Callao, donde cumplía cadena perpetua.
El titular del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), quien acompaña al presidente Pedro Castillo en una jornada de trabajo en Cajamarca, señaló que la mencionada organización terrorista fue responsable de la muerte de miles de peruanos y la destrucción del país, terrible situación que no debe volver a repetirse.
El ministro Silva refirió que incluso él y su familia, en una oportunidad, fueron víctimas de la violencia terrorista que ensangrentó y enluto al Perú. Por ello, descarta cualquier acercamiento con esa organización criminal.
Agregó que solo en democracia y en paz se podrá construir un Perú más justo e igualitario para alcanzar el desarrollo que beneficie a todos los peruanos, en especial a los más olvidados. Ojalá todos los ministros pensaran igual.