La estrella guaraní salió lesionada a los 33 minutos durante el partido ante los uruguayos
El entrenador Eduardo Berizzo había avisado que reservaría hombres contra Uruguay. Quería evitar una baja dolorosa. Resguardó a cinco titulares, pero envió al ruedo a Miguel Almirón y la máxima figura albirroja salió tocada y ahora es duda para el duelo de cuartos de la Copa América 2021 contra Perú el viernes 2 de julio a las 16:00 horas.
El cronómetro del árbitro brasileño Raphael Claus marcaba 30 minutos y diez segundos cuando el mediapunta del Newcastle de Inglaterra rengueó. De inmediato detuvo la carrera que ejecutaba en la mitad del campo, miró al banquillo y pidió el cambio.
Se tiró a la maltrecha grama del estadio Olímpico Nilton Santos, donde los paraguayos cerraron la fase de grupos con derrota 1-0 ante la Celeste el lunes, y, ya acostado, se cubrió la cara con las manos.
El dolor emanaba de su muslo izquierdo y transformó su rostro, que intentó ocultar con la tela albirroja de su camiseta. «Tranquilo, Miguel», le lanzó Berizzo desde la orilla de la cancha, cuando aún no abandonaba el campo.
Ya en el banquillo, sobre la pista atlética azul del Nilton Santos, en Río de Janeiro, pareció llorar y su capitán, Gustavo Gómez, uno de los protegidos para el juego ante la Celeste, se acercó a consolarlo.
La tristeza del 10, de 27 años, es la de todo un Paraguay preocupado por la baja de su principal jugador para el choque en cuartos de final contra el Perú de Ricardo Gareca, el viernes en Goiania.
«Lo de Miguel ha sido un estiramiento en la búsqueda de una pelota aérea y evaluaremos en estos días la recuperación, ojalá no sea nada y pueda estar en el partido del viernes», confió Berizzo.
Baja sustancial
La baja de Almirón sería un golpe fuerte en el andar de Paraguay, un equipo alicaído en los últimos años pero que con el entrenador argentino se ha tornado en un hueso duro de roer al combinar su tradicional fortaleza en la pelota parada y el juego aéreo con intensidad en el medio campo y chispazos de fútbol colectivo.
El talentoso zurdo es la referencia en el ataque de Berizzo, en su idea de darle mejor trato a la pelota a un equipo bien respaldado en la defensa por los zagueros Gómez, Junior Alonso, Santiago Arzamendia y el portero Antony Silva.
Es tan clave Almirón que Berizzo no le dio descanso contra los uruguayos, pese a que era un juego en el que tenían poco que perder al haberse clasificado anticipadamente a la próxima ronda, en la que no tenían riesgo de chocar con el favorito Brasil.
El argentino protegió a varios hombres que en caso de ser amonestados se perderían el siguiente duelo. Cinco de los titulares en la victoria 2-0 contra Chile se quedaron en el banquillo. Almirón fue inicialista y tuvo el infortunio de la lesión.
«La idea era cuidar a gente que tenía tarjeta, eso hicimos. El contratiempo de Miguel nos obligó a cambiar. A veces con los cambios la fisonomía del equipo cambia», apuntó el DT tras la derrota.
En caso de que el atacante de las urracas no esté contra los incas, la ofensiva de Paraguay quedará en manos de los gemelos Óscar y Ángel Romero, de Carlos González y de Braian Samudio, todos integrantes de clubes de México y Argentina.
La albirroja perdería su caché europeo ante una selección peruana que viene al alza tras consolidar un once compacto sin grandes individualidades.
Los incas han disimulado las ausencias de referentes como Paolo Guerrero, Jefferson Farfán o Luis Advíncula, vitales en el subcampeonato de la edición pasada del torneo de selecciones más antiguo del mundo, disputada en Brasil el 2019.
«Nosotros trataremos de hacer siempre nuestro juego, de pasar (la pelota) por debajo, y así pasar a semifinales», afirmó Ángel Romero, una de las esperanzas paraguayas para seguir caminando en la Copa América 2021.