Durante el año que viene, 2025, tendrán lugar diversos hitos del calendario electoral de cara a los comicios generales del 2026. No obstante, varias encuestas publicadas las últimas semanas han dado cuenta del grado de deterioro de la actual representación política, con bajísimos índices del nivel de aprobación del Ejecutivo y el Legislativo.
Además, el Congreso ha impulsado una serie de reformas que implicarán cambios no solo en el proceso electoral que viene, sino en las normas que regirán dichos comicios. Algunas de ellas son la próxima conformación bicameral del Parlamento o la ley que modificó las Elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, conocidas como PASO.
Martín Tanaka, doctor en Ciencias Políticas y docente de la PUCP, y Fernando Rodríguez Patrón, especialista en Legislación electoral y exdirector del ROP del JNE, para recoger sus impresiones respecto al panorama político que nos espera en los próximos 12 meses.
Martín Tanaka: «Este es un gobierno cada vez más aislado y más débil»
Martín Tanaka consideró que la presidencia de Dina Boluarte inició con cierta expectativa de cambio, pero que esta se ha diluido ante la falta de decisión del Ejecutivo ante temas trascendentales. Esto, según dijo, ha provocado que el Gobierno esté «cada vez más aislado».
«Si uno mira la trayectoria de los últimos meses o del último año o año y medio, lo que uno encuentra es que si bien el Gobierno logró durar, sobrevivir, creo que cabía tener cierta expectativa de algún fortalecimiento o de que el Gobierno tomara rumbos más decididos en alguna dirección, cuando asumió el nuevo presidente del Consejo de Ministros, por ejemplo […]. Cabía tener cierta expectativa de algún cambio, y creo que uno mira la evolución a lo largo de los meses y lo que constata es que este es un gobierno cada vez más aislado, más débil, y ese aislamiento lo lleva a tener posturas un poco confrontacionales, a mostrarse cada vez más incómodo ante las críticas […]. Lo que está denotando este tipo de actitud es que no hay respuestas efectivas a los cuestionamientos que se hacen en todos los planos», sostuvo.
En esa línea, consideró que el Gobierno está optando por algunos «gestos populistas» como el incremento del sueldo mínimo, pero sigue sin abordar temas importantes de la agenda política que son exigidos por diversos sectores.
«Creo que la lógica del Gobierno ha sido tener este tipo de gestos, un poco de populismo económico, entre comillas, también el gesto de no hacer olas en su relación con el Parlamento, pero el costo que está pagando por ello es el aislamiento cada vez mayor, no satisface a los sectores que piensan que el Gobierno debería tomar decisiones más decididas, favoreciendo la inversión y una lógica pro mercado; tampoco satisface del todo a quienes le reclaman una política social más decidida, la atención al sur andino, abordar el tema de los muertos y las violaciones a derechos humanos. Al final no termina bien con nadie y abre un periodo de mucha inestabilidad e incertidumbre para el próximo año», señaló.
Además, consideró que, a nivel político, estamos presenciando «niveles de deterioro muy serios» en el país, con la influencia de «actores ilegales» en las instituciones de representación nacional.
«Yo creo que, en estos últimos meses, hemos asistido a niveles de deterioro muy serios en el país […], porque hemos pasado a meter en la agenda de discusión la creciente influencia de actores ilegales en la política. Cada vez más hablamos del crimen organizado influyendo en decisiones que se toman tanto en el Parlamento como en el Ejecutivo, y encontramos noticias, investigaciones que hablan de redes de proxenetismo en el Parlamento, de asesinatos que se estarían cometiendo para encubrir delitos que involucrarían a autoridades de Gobierno.
Asimismo, consideró que, de cara a las próximas elecciones generales, se debe apostar por incentivar el debate de políticas públicas desde sectores de la academia y que los partidos políticos «con más reconocimiento» sean «los que concentren un poco más la votación frente a los improvisados».
«Lo mejor que nos puede pasar, pensando en el proceso electoral que viene, la dosis de esperanza es que, en medio de esta fragmentación política, sean las figuras y los partidos con más trayectoria, con más reconocimiento, que sean los que concentren un poco más la votación frente a los improvisados que, de pronto, están apareciendo. Es cierto que ellos van a tener dificultades para hacerse notar, van a hacer mucho ruido en el debate electoral; pero ahí los electores tenemos que terminar favoreciendo los esfuerzos más serios, de gente con más trayectoria, que despierte más confianza y tenga más credibilidad», enfatizó.