El doctor Joaquín Mateu Mollá, Doctor en Psicología Clínica y de la Salud y Docente de VIU – Universidad Internacional de Valencia, señala que el síndrome del burnout puede producir agotamiento emocional, falta de realización personal y despersonalización. Esta alteración, conocida también como el síndrome del trabajador quemado, se produce debido al estrés patológico (o distrés) en el ámbito del trabajo y, según indica, quienes lo sufren tardan bastante tiempo en detectarlo.
En este sentido, uno de los primeros síntomas del burnout consiste en una sensación de agotamiento emocional que se expresa en forma de fatiga física y mental, o con síntomas difusos de dolor ubicados en diferentes zonas del cuerpo, especialmente en la cabeza y la espalda. También es frecuente que se vea comprometida la motivación por acudir al trabajo y que la persona que lo sufre se sienta atrapada o desesperanzada.
Otro claro síntoma de burnout es la sensación de no realización como individuos, es decir, dejar de percibir que el trabajo aporta valor a la construcción de las metas y objetivos vitales. Un último signo de alarma es la despersonalización, que supone un trato inadecuado (indiferencia, hostilidad, dejación de responsabilidades, sabotaje de vínculos) hacia las relaciones en el contexto laboral, como los compañeros, los clientes o los proveedores. Todo ello puede conllevar al aislamiento y la pérdida de oportunidad de recibir ayuda y apoyo para evitar problemas de salud mental.
¿Cuáles son las causas del burnout?
El experto señala que las causas del burnout pueden ser diversas, aunque se reducen en esencia a tres áreas: las condiciones del trabajo, las relaciones sociales y la conciliación de la vida personal o familiar. “Aunque todas tienen severas consecuencias por separado, su efecto se acentúa cuando se combinan”, enfatiza Mateu.
En cuanto a las condiciones de trabajo, uno de los potenciales motivos que refieren quienes lo sufren es la exposición a cargas de trabajo excesivas; presión; incompatibilidades entre las funciones que se desempeñan dentro de las atribuciones del puesto; falta de claridad en los procedimientos; o peligrosidad inherente al trabajo, como la presencia de condiciones climáticas extremas (calor y frío), así como el potencial impacto de los errores y desaciertos.
Con respecto a las relaciones sociales, el acoso laboral es una de las causas más comunes de burnout, reflejadas en situaciones como las burlas, el aislamiento, la degradación de responsabilidades, la distribución injusta de tareas, la difusión de falsos rumores o incluso los actos de violencia explícita (psíquica, física y sexual).
Por último, la dificultad para conciliar el trabajo con otras facetas relevantes de la vida, como la familia o el ocio personal, puede contribuir de forma muy significativa al burnout.