La espera para definir quien será el próximo presidente del Perú alarga la inestabilidad política, lo cual también resulta perjudicial para la economía.
Según proyecciones del Instituto Peruano de Economía (IPE), una caída en la confianza empresarial durante los primeros meses del año podría generar una contracción de entre 8.5% y 10% de la inversión privada durante los próximos seis meses del año.
Este retroceso afectaría la recuperación económica y podría costarle un 2% del PBI al Perú, pero ¿qué consideran los inversionistas tras una semana de espera de los resultados electorales?
«Todo este proceso de espera, producto que el Jurado Nacional tiene que acabar de revisar los votos, es un periodo que alarga la inestabilidad política que viene desde hace dos años. Mientras más demora haya, de alguna manera hay cierto impacto en los agentes de inversión que no pueden definir sus planes», señala Bruno Ghio, presidente de la CFA Society Peru, Sociedad Peruana de Profesionales de Inversiones.
Estas elecciones con dos candidatos con posiciones políticas y económicas totalmente opuestas, los mercados mostraban mayor preocupación por las propuestas de Pedro Castillo, que implicaban cambios drásticos para la economía peruana.
«Desde el lado de la Sra. Fujimori no hay mayores dudas respecto al plan económico, pero con respecto al candidato Castillo sí hay bastantes dudas y hay dos posiciones: Una posición más constructiva donde aparecen algunos voceros (Pedro Francke y Oscar Dancourt) y por otro lado tenemos el componente político más extremo que es el componente inicial del partido Perú Libre y al Sr. Vladimir Cerrón», dijo Ghio.
La tensión política se mantiene por lo que en caso el candidato Castillo, que al 99.935% de actas contabilizadas tiene el 50.14% de votos, sea anunciado como el nuevo presidente se necesitarán muestras claras para mantener la confianza de los inversionistas en el mercado peruano.
«Yo creo que lo primero va a ser definir el gabinete, hacer algo mucho más estructurado. De alguna manera esta posición más extrema del partido va a tener que dar pasos para atrás y definir algunos roles políticos, pero más moderados. En el lado político la variable más sencilla va a ser cómo trabajan la Constitución», señala.
El representante de la sociedad de inversionistas señala que será difícil recuperar la confianza, pues aún quedan dudas por los mensajes que dejó Castillo en la primera vuelta electoral.