El pleno del Congreso aprobó dos mociones de orden del día que expresan su “más profundo respaldo al pueblo venezolano por su persistente vocación cívica, democrática, en defensa de sus instituciones y libertades republicanas”, ello ante la crisis que atraviesa dicho país.
Se trata de las mociones 12477 y 12613. El texto consensuado obtuvo 63 votos a favor, 25 en contra y 13 abstenciones de los integrantes de la representación nacional.
La primera de ellas, presentada por la bancada de Fuerza Popular, fue sustentada por el congresista Fernando Rospigliosi y admitida a debate con 67 votos a favor, 27 votos en contra y 12 abstenciones.
La segunda moción fue presentada por la bancada de Avanza País y a ella se suscribieron las bancadas de Fuerza Popular, Renovación Popular, Alianza para el Progreso, Bloque Democrático Popular (congresistas Susel Paredes), Honor y Democracia y legisladores no agrupados. Esta última fue sustentada por la parlamentaria Patricia Juárez y admitida a debate con 66 votos a favor, 27 votos en contra y 12 abstenciones.
El texto aprobado condena “la violación sistemática de los derechos fundamentales de los venezolanos por parte del gobierno de Nicolás Maduro, que incluye la persecución, represión y violencia arbitraria y el empleo de grupos irregulares para amedrentar a la oposición”.
Además, expresa su “más profundo respaldo al pueblo venezolano por su persistente vocación cívica, democrática, en defensa de sus instituciones y libertades republicanas y de la búsqueda del ejercicio de sus derechos civiles y políticos en el marco de su Constitución de 1999 y de sus leyes”.
En esa línea, rechaza “de manera enérgica la falta de transparencia en los resultados oficiales de las elecciones presidenciales en Venezuela, que han dado como ganador a Nicolás Maduro sin que se cumplan los estándares establecidos en sus propia Constitución y leyes”.
Además, en dicho texto se exhorta “a las autoridades electorales, las Fuerzas Armadas y demás actores del sistema político, en cumplimiento de sus deberes constitucionales, a la salvaguarda del derecho al sufragio universal, directo y secreto, así como al irrestricto acatamiento de los resultados electorales como expresión legitima de la voluntad popular”.
Por último, invoca “a la comunidad internacional y a las ligas de hermandad parlamentaria de la región, a mantenernos corresponsablemente vigilantes de lo que ocurra en la República Bolivariana de Venezuela, abogando por restituir el orden institucional y que ello sea el inicio de una transición para la paz sostenible, la recuperación del Estado de Derecho y la reconciliación del pueblo venezolano”.